23 de agosto de 2016

Más Primeros Auxilios, Más Seguros...







El afiche no da la lista completa de los elementos que un buen botiquín debe cargar; pero es un recordatorio sobre el hecho de que en casa, en la oficina, en el trabajo y aún en el auto, no solo cuando vamos de vacaciones sino siempre, debería haber un botiquín bien provisto.

Informate y arma tu botiquín personal para tenerlo siempre a mano y utilizable. Comentalo, compartilo, ayudemos a ampliar nuestra conciencia en seguridad y protección.

22 de agosto de 2016

Seguimos Jugando, Seguimos Aprendiendo...







Como en el caso anterior, podemos aquí acceder a un completísimo panorama sobre cómo manejarnos ante ciertos accidentes laborales y caseros.
Salvando las citas a leyes o artículos específicos que no remiten a las nuestras, la información es potencialmente útil; una quemadura, una fractura o un golpe conlleva las mismas consecuencias aquí y en cualquier lugar del mundo.
Una vez se ingresa, es sitio es muy amigable para aprender a recorrerlo y compartirlo, sobre todo con los más chicos, a fin de ampliar nuestros conocimientos y saber qué actitud tomar ante el imprevisto de un accidente.

19 de agosto de 2016

Aprender Jugando... Muy Útil e Interesante.









Si pulsas sobre la imagen, el link te llevará a un sitio en el cual, a modo de juego interactivo, podrás explorar distintos ámbitos de trabajo enterándote de cuáles son los riesgos a prevenir en cada uno.
No solo recorrerlo será interesante, si lo compartimos cada vez más gente estará en tema para prevenir y prevenirse de accidentes en cualquier ámbito.
Desarrollar una cultura aseguradora también depende de saber anticiparse a los problemas...

8 de agosto de 2016

¿Qué Hace La Gente Frente Al Riesgo?






Es interesante observar la reacción de las personas frente a un mismo estímulo. En general, aceptan hablar de “Seguros” solo después de alguna experiencia negativa que les hizo ver lo expuestos que pueden estar a un daño. No antes.

¿Por qué?
Las explicaciones son variadas y de muchas vertientes, pero para no perderse en análisis vanos iremos sobre cosas concretas.
Desde lo básico, podemos identificar cuatro opciones separadas en dos grandes grupos:

·         Ignorancia
·         Indiferencia
·         Prevención
·         Previsión

Las dos primeras están en el grupo de los que miran para otro lado, suponiendo que pensar en probables riesgos es “atraer a la mala suerte” o “nutrirse de pensamientos negativos”, abandonándose a un criterio mágico fenoménico: Si no pienso en nada malo, nada malo va a ocurrirme.
Las dos siguientes se agrupan entorno a quienes creen que una actitud inteligente de vida está en anticiparse a ciertos hechos globales y tomar una actitud por activa sobre ellos, es decir, echar mano de acciones preventivas para evitar la ocurrencia de ciertos hechos probables o posibles.

En la “Ignorancia” radica el desconocimiento absoluto del riesgo. El individuo jamás reparó que en un ámbito determinado puede existir un riesgo cierto que lo afecte.
No sale a la calle pensando que lo va a atropellar un auto o que será víctima de un robo; pero lo cierto es que si cruza la calle distraído o hablando por celular o mirando en el sentido en que el tránsito va y no en el que viene, lo más probable es que un imprevisto ocurra.
A priori, nadie hará algo si sospecha que puede salir dañado. No obstante esto, los daños y las consecuencias ocurren y, en la mayoría de los casos, son devastadoras.

Quien opta por la “Indiferencia” es, a mi juicio, el más temerario. Sabe que las cosas ocurren y que pueden ocurrirle, no obstante ello elige arriesgarse y no emprender ninguna acción al respecto. Desestima como útil pagar por un seguro de incendio; dice “guardo en una cuenta lo que pago de seguro por mes y si pasa algo me cubro con eso y evito que la compañía utilice mi dinero mientras tanto”

Lo que no sabe es que si tres días o dos meses después de contratar el seguro, su departamento vuela por los aires por una fuga de gas en la vivienda contigua, la compañía pagará los gastos del siniestro cuando tan solo el asegurado pagó un par de cuotas o a veces ninguna.
La pregunta que debería hacerse entonces es “¿Puedo de un dia al siguiente volver a comprar una vivienda en caso de que la que habito quede destruida por un imprevisto? Si la respuesta es sí, lo felicito por su buen pasar. Si es no, necesita un seguro sin dudas y urgente…

Cuando el individuo es “Prevenido” se preocupa por tomar decisiones que apunten a evitar la ocurrencia de un siniestro. Un accidente es un hecho fortuito y de ocurrencia ajena a nuestra voluntad del cual somos víctimas. Para el conductor que circula por los espacios habilitados, cumpliendo con las normas de tránsito y apegado a las reglas de seguridad es un accidente que un conductor distraído lo embista pasando un semáforo en rojo.
Pero para quien lo embiste, el choque no es un accidente porque sabe a priori que la conducta de pasar un semáforo en rojo y distraerse son dos conductas inaceptables al volante de un vehículo. Para él no se trató de un accidente sino de una conducta temeraria, irresponsable y culposa en la que sabe de antemano que de llevarla a cabo causará un posible daño.


Entonces un conductor “prevenido” decidirá conducirse con un criterio de “manejo defensivo”, esa será su elección de acción para prevenirse de un riesgo posible.
Por último, quien opta por una actitud “Previsora” será aquel que atenuará todo lo posible el acontecimiento de un accidente. Si sale a la ruta conduciendo su vehículo , lo hará solo luego de someterlo a una revisión a conciencia y estando seguro de que sus frenos funcionan, que las luces están en condiciones, que la presión de los neumáticos es la correcta, que lleva auxilio, que su seguro está al día y que su licencia de conductor está vigente, por citar solo algunos de los muchos ítems que uno debe observar para minimizar la ocurrencia de un accidente.




Y recordar siempre que la definición de accidente lo conceptúa como un hecho derivado de una causa violenta, súbita, externa y ajena a la voluntad de la víctima que sufre un daño a consecuencia de dicho hecho.

4 de agosto de 2016

¿Qué es el seguro?








Para empezar desde lo más rudimentario a comprender qué es y cómo funciona un seguro debemos remitirnos a lo básico.
¿Qué elementos tomamos de la realidad para empezar a hablar de seguros?

Primeramente deberíamos saber qué hace un seguro: Proteger 
¿Qué protege? El patrimonio, las pertenencias, los bienes, en cuanto a cosas materiales. Los seguros de vida son otro tema, del que ahora no nos ocuparemos.

Entonces hablamos de proteger cosas. Un auto, una casa, un local, un barco, un comercio, un edificio y así sucesivamente con todas aquellas cosas que identifiquemos que 
1) se pueden valorizar a través de la medida “Moneda” y 
2) que están expuestas a “Sufrir Daños” o “Destrucción Total”.

Dicho esto tenemos entonces un concepto y dos elementos de medición. El concepto es el concepto de “Daño” y los elementos de medición son “El Tipo de Daño” que puede sufrir y “La Frecuencia” con que puede acontecer ese daño.


Ahora, podemos inferir entonces que pueden existir “Daños” que se repiten en número o cantidad sobre determinados elementos o cosas (auto, moto, local, etc.) y que denominaremos “Frecuencia Siniestral” o la frecuencia con la que se repite un daño sobre una cosa; dicho de otro modo, “¿Cuantas veces puede chocar un auto?” 
Y, dependerá de muchos factores.

Entonces deberemos saber cuántos choques hay o puede haber en determinado lugar y momento, para lo cual tomaremos una medición estadística y nos preguntaremos dos cosas: La primera ¿Cuántos autos circulan por la ciudad? Y la segunda ¿Cuántos choques hubo en la ciudad, por ejemplo, en los últimos 30 días?

Eso, nos permitirá conocer con qué frecuencia se dan choques en la ciudad y a cuantos vehículos del parque automotor involucra. Y esa será nuestra “Frecuencia Siniestral” Cuantas veces, en un determinado período de tiempo, se repite un suceso (choque)

                                             Frecuencia:                   Número de Siniestros
                                               Siniestral                      Número de Riesgos

Ésta es la base estadística, extremadamente reducida para ejemplificar, en la cual se basa el concepto de seguro. El Saber con qué frecuencia se repite un hecho dañoso en una población determinada, a cuantos actores involucra y que gastos genera; entonces a partir de eso podremos saber cuánto debe aportar cada actor para TODOS estar tranquilos de que podremos reparar los daños que ocurran.

Puesto en un ejemplo práctico lo podemos ver así:
En la antigüedad, desde las legiones romanas hasta las tropas napoleónicas, los soldados, los granjeros, los comerciantes y cualquiera que viviera de su actividad productiva o laboral, dependía de su trabajo para mantenerse y, lo más importante, mantener a su familia. Entonces la preocupación era ¿Qué ocurrirá con mi familia si yo no estoy para generar el sustento?
Comenzaron a agruparse aquellos unidos por una misma actividad y decidieron que de cada sueldo cobrado, cosecha conseguida o mercadería vendida, separarían una parte y formarían un fondo de ahorro, una reserva, para ser entregada a aquella o aquellas familias que quedasen desprotegidas o faltas del actor que les proveía del ingreso para su sustento.
Se había formado entonces la base de lo que hoy conocemos como “Seguros”.


Muchos que están en un mismo tema, hacen un fondo común y aportan mensualmente dinero para cubrir los gastos que se generan en quienes sufren daños.
Esto determina ciertos conceptos básicos que articulan la idea de “Seguro”. A saber:

·     Cuanto más grande sea el número de integrantes de un grupo de asegurados, mejor. El gasto se repartirá entre muchos, lo cual bajará los costos.
·         El tiempo durante el cual aportarán dinero será el más largo posible.
·         Los elementos que se resguarden deberán tener un valor lo más parejo o similar posible.
·        Lo que se protege, deberá ser agrupado por iguales. Es decir, agruparemos a los dueños de autos por un lado y a los dueños de barcos por otro, ya que el valor de uno y otro es muy diferente. Y es mucho menor la diferencia de valor entre dos autos o dos barcos.
·   A mayor dispersión física de los elementos a asegurar, mejor los protegeremos. Si protegemos autos del granizo, no es lo mismo tener 200 autos agrupados en dos cuadras de un barrio al momento de la caída que tenerlos dispersos en toda la Ciudad de Buenos Aires. El granizo caerá en una zona, difícilmente en toda la región con la misma intensidad y durante el mismo tiempo.

Hasta aquí tenemos en un concepto más o menos rudimentario pero claro en que se basa el funcionamiento del concepto de “Seguro”.

1 de agosto de 2016

Prevención y Previsión – Palabras Parecidas, Conceptos Diferentes.




¿Ser “Prevenido” y ser “Previsor” es lo mismo?

¿Conoce Ud. la diferencia entre “Prevención” y “Previsión”?

Aunque a primera vista parezcan lo mismo, y cueste definir exactamente cada uno de ambos conceptos, uno y otro tienen diferencias radicales.

Se denomina “Prevención” a la preparación contra daños que pudieren ocasionarse a futuro y de ocurrencia incierta, que apunta a reducir la probabilidad de ocurrencia o a atenuar las consecuencias que provocaren

Estoy en la playa y se comienza a armar una tormenta. He oído en otros momentos que han caído rayos en la playa en esas circunstancias y han dañado a cosas y personas. Podría ser que eso vuelva a ocurrir en ese momento y en ese lugar en el que yo me hallo; entonces tomo la prevención de retirarme y ponerme a resguardo. Lo que hago es extremo. Directamente me retiro del lugar y evito el problema. Puedo tomar medidas menos extremas, como refugiarme bajo techo o alejarme del agua o evitar estar a la intemperie; son decisiones de distinto grado de intensidad, pero que apuntan todas a lo mismo: minimizar la posibilidad de un daño y sus consecuencias.

¿Empezó a llover? ¿Se desató ya la tormenta? ¿Tengo la certeza de que caerán rayos y que lo harán en ese lugar? No tengo forma de saberlo, pero antes que ponerme en riesgo elijo prevenirme y no correr el riesgo. 
Esto es “Prevención”.


“Previsión” apunta a un concepto parecido, pero aplicado sobre un hecho que tiene certeza de ocurrencia, ante lo cual, lo que hacemos no es evitar que suceda sino más bien adoptar estrategias para superarlo.

¿Por qué denominamos “Previsionales” a los sistemas de jubilación?
Porque anticipan una situación de certeza, que es la posibilidad de que lleguemos a una edad en la cual necesitemos mantenernos pero no estemos en condiciones físicas de afrontarlo.
Entonces, tomamos la previsión de separar una parte de nuestros ingresos mientras estamos aptos para producirlos y utilizarlos cuando físicamente estemos disminuidos o imposibilitados para hacerlo.

La “Prevención” refiere a acciones llevadas a cabo para evitar un riesgo.

La “Previsión” apunta a buscar estrategias para afrontarlos y superarlos.

Como ejemplos prácticos, para cerrar, de uno y otro concepto podemos decir que hacemos “Prevención” cuando colocamos un disyuntor en la instalación eléctrica de un domicilio o colocamos un cerramiento en un balcón o rejas en una ventana o una alarma anti robo en un auto.


Hacemos “Previsión” cuando invertimos dinero en un emprendimiento, cuando conformamos un fondo de retiro, cuando contratamos un seguro de vida con supervivencia o cuando ahorramos para comprar una propiedad que a futuro será alquilada y de la cual obtendremos una renta.