Por lo general, cuando se
contrata un seguro es para resguardar bienes patrimoniales, aquellos que
conforman nuestras pertenencias económicas, las cuales pueden cotizarse a partir
de un valor traducido en moneda de curso legal.
Hablamos, por supuesto, de todas
aquellas cosas a la que podamos asignarles un precio en dinero para saber cuál
es su valor económico.
A partir de esto se presentan dos
preguntas.
La primera…
¿Por qué siempre prestamos
atención a proteger nuestras pertenencias pero no pensamos en protegernos a
nosotros mismos?
Y la segunda…
Sabemos qué valor tiene un
automóvil, una propiedad o cualquier objeto económico, pero…
¿Cuánto vale usted? ¿Qué valor económico
tiene?
Por supuesto que la vida humana
no es mensurable en valor económico o monetario.
Nadie puede cotizarse como un
objeto o un bien de cambio.
Pero sí, conceptualmente, se puede
pensar en términos de capacidad de generación de bienes económicos, ya sea a
través de nuestro trabajo o de nuestras actividades económicas.
De esta forma, y solo a nivel teórico, es
posible decir que el valor económico de un individuo es el equivalente a la
suma de sus pertenencias patrimoniales más su capacidad de generar recursos
económicos
Entonces lo que se debe observar, es
lo siguiente:
Si un automóvil tiene un valor de
mercado (ejemplo) de $ 100.000.- y se destinan $ 5.000.- anuales a asegurarlo…
Si una casa tiene un valor de
mercado (ejemplo) de $ 1.500.000.- y se destinan $ 12.000.- anuales a
asegurarla…
Si un individuo tiene un
patrimonio valuado en $ 2.000.000.- y cuenta con un ingreso anual de $ 120.000.-
significa que, digamos en cinco años, su capacidad económica se valúa en...
... $
10.600.000.-… ¿Interesante, no?
¿Hizo usted este razonamiento alguna
vez?
¿Sabe usted cuanto representa para sí o
para su familia?
Ahora…
¿Qué pasa si su automóvil desaparece y
no tuviera seguro?
¿En cuánto tiempo podría reponerlo?
Si su vivienda familiar se incendia y usted pierde todo lo que contiene…
¿Puede comprar otra propiedad y
equiparla sin ayuda de un seguro?
¿En cuánto tiempo?
Por último, la pregunta capital…
Si usted se viera imposibilitado de generar el ingreso requerido para
sostener su estructura económica de un día para el otro…
¿Quién lo haría por usted?
¿Tiene algún resguardo (renta, ahorro,
ingreso alternativo) que aún sin su aporte sostenga el mantenimiento de su consumo?
Entonces la conclusión a la que se llega es más que lógica…
Si
invertimos en proteger nuestros bienes materiales…
¿Cómo
no proteger al responsable de la
continuidad del ingreso familiar?
Si una señal de atención le surgió en algún punto de esta exposición,
es hora de asesorarse en cómo contratar un seguro de vida.
El objetivo es proteger a su familia de cualquier contingencia imprevista
que los coloque en situación de incertidumbre.
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